Fuente Santa

Allá por el siglo XVIII ya se contaba la historia legendaria de una fuente que manaba aguas muy calientes, cercana a la costa, en la zona conocida como Punta Malpique. Este preciado manantial de aguas termales era rico en azufre y otros minerales; las gentes venidas de todas partes de la Isla acudían a beberla y a gozar de sus baños. Estas eran capaces de curar a los leprosos y enfermos de la piel.

Lo cálido de sus aguas le dio nombre a la localidad y por lo medicinal, el nombre de Santa. La Fuente Santa fue sepultada bajo un río de lavas vertidas por el volcán de San Antonio en 1677. El anhelo por encontrarla se prolongó durante siglos hasta nuestros días, momentos en el que las sofisticadas tecnologías han dado sus frutos. Una vez realizadas las galerías para extraer estas aguas se procederá a aprovecharlas como balneario.